06/04/2021 Hidrógeno verde: la segunda transición

Con un data room el próximo jueves 8 de abril, Uruguay lanza el proyecto piloto H2U para avanzar hacia la producción de hidrógeno verde. El objetivo es articular esfuerzos públicos y privados en el desarrollo de esta fuente de energía.

Hidrógeno verde

Uruguay apuesta al hidrógeno verde como uno de los ejes de su segunda transición energética. Por ello, hoy cuenta con una agenda de desarrollo a corto plazo, que incluye la creación del proyecto piloto H2U que se presentará en un data room el 8 de abril y tiene por objeto articular esfuerzos públicos y privados. Uruguay cuenta con diversas ventajas para producir hidrógeno verde, lo que permitirá acercarse al compromiso de reducir emisiones de carbono en 2050.

Uruguay lanza el proyecto piloto H2U con el objetivo de desarrollar un primer piloto de hidrógeno verde mediante la articulación de esfuerzos entre actores públicos y privados, como uno de los ejes de su segunda transición energética. La incorporación de hidrógeno verde dará a largo plazo desarrollo industrial, económico y laboral, mayor independencia energética, disminución de la vulnerabilidad respecto de la volatilidad de los precios del petróleo y ahorro de divisas.

"Uruguay llevó adelante una trayectoria destacada en la incorporación de energías renovables en su matriz de energía eléctrica, que nos permite dar un paso más y posicionarnos en el mundo como un actor capaz de dar respuesta a las nuevas demandas energéticas a nivel local y global. Para ello, vemos conveniente avanzar en el desarrollo del Hidrógeno Verde, que brinda la posibilidad dar respuesta a la demanda de producciones más limpias y amigables con el medio ambiente, al tiempo que permitirá a largo plazo dar un nuevo destino a la capacidad utilizable de generación eléctrica con la que cuenta el país", dijo el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini.

El país ha realizado una intensa incorporación de energías renovables en el sector eléctrico, que se ha traducido en la descarbonización casi total de su matriz eléctrica en los últimos años. Actualmente se encuentra desarrollando acciones que le permitan avanzar en la descarbonización de otros sectores de la economía (transporte e industria). Dentro del conjunto de medidas que se vienen impulsando con este propósito se encuentra el desarrollo de la producción de hidrógeno con fines de abastecimiento de demandas locales y eventualmente de exportación.

H2U, el primer piloto de hidrógeno verde de Uruguay, tendrá como primera etapa la realización de un data room el 8 de abril, con la finalidad de presentar la idea general del proyecto y promover el intercambio con los diferentes actores, públicos y privados, involucrados en la temática sobre posibles oportunidades de mejora en la concreción del piloto.

El proyecto piloto podrá incluirse en el área del transporte pesado o en otras (producción de fertilizantes verdes, producción de amoníaco verde como combustible de barcos u otros).

VENTAJAS COMPETITIVAS

La segunda etapa de la transición energética en Uruguay incluye diversos desafíos, entre los que se encuentran el desarrollo de una economía del hidrógeno y la continuación de la descarbonización del sector energético y de producción de materias primas. Uruguay tiene ventajas comparativas para ser un productor de hidrógeno verde (es decir, aquel que se produce sin la participación de combustibles fósiles y únicamente a partir de energías renovables), con el objetivo de que se exporte y consuma localmente en forma directa y en industrias relacionadas a la producción de materias primas y química verde, que a su vez podrán ser consumidas localmente o exportadas. Por ello, avanza en una agenda 2021 que incluye, entre otros puntos, el proyecto piloto de hidrógeno verde.

Algunas de las características de nuestro país que favorecen la producción del hidrógeno verde en Uruguay son un gran potencial para la generación de energía eléctrica a partir de energía eólica y solar fotovoltaica combinada; la posibilidad de expandir la generación de renovables al área marítima a partir de la instalación de energía eólica off shore; puertos de acceso al Atlántico para permitir la exportación; y rutas de acceso a todo el país e infraestructura para el transporte local. Además, Uruguay es un país confiable para recibir inversiones.

Uruguay finalizó la primera etapa de su transformación energética a partir de la descarbonización casi total de la matriz eléctrica. En el promedio 2017-2020, el 97 % de la electricidad que se generó provino de energías renovables.

Para continuar con la descarbonización del sector energético, es necesario aumentar la participación de renovables en la matriz de abastecimiento de energía, que actualmente es del 63 %, mientras que el 37 % restante es aún de origen fósil (36 % petróleo y 1 % gas). Dos terceras partes de este petróleo se destina al abastecimiento del sector transporte.

Uruguay está interesado en la descarbonización de las materias primas y de los productos químicos, tanto para el consumo interno como para la exportación. Hay particular interés por la producción de fertilizantes verdes, dado que el país y la región son centros importantes de producción agrícola.

AVANCES Y PROYECTOS

Se está avanzando en paralelo en diferentes ámbitos. Por un lado, Uruguay recibirá 10 millones de dólares de carácter no reintegrable del Fondo Conjunto de las Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), luego de que la propuesta presentada por el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) fuera una de las cuatro seleccionadas entre 155 iniciativas de más de 100 países. El proyecto consiste en tomar acciones que inicien la segunda fase de transición energética nacional. El desarrollo del hidrógeno está específicamente incluido en este proyecto.

Por otra parte, en el Fondo Sectorial de Energía organizado por varias instituciones (MIEM, UTE, Ancap y ANII), se planteó un desafío sobre el análisis de los diferentes carriers, incluyendo uno que propone producirlos con renovables de forma directa. Más información sobre el FSE en www.anii.org.uy/upcms/files/llamados/documentos/1609341955_desafios-fse.pdf.

Finalmente, se realizará un análisis de factibilidad técnica y económica de la producción de amoníaco y fertilizantes verdes, así como de su logística asociada, a través de una consultoría en cooperación técnica con el BID.

SOBRE EL HIDRÓGENO VERDE

Hoy el mundo produce más de 120 millones de toneladas de hidrógeno. Las dos terceras partes son en forma pura y un tercio son mezclas con otros gases. La demanda está concentrada en el uso en refinerías, producción de amoníaco (para obtener fertilizantes y otros productos), y en forma indirecta para la producción de metanol, acero y otros. Sin embargo, el hidrógeno verde es aquel que se produce sin la participación de combustibles fósiles.  

A partir de 2020 se han anunciado inversiones internacionales muy importantes, tanto en la oferta como en la demanda de hidrógeno y sus derivados. Este desarrollo cambiará la geopolítica del sector energético a nivel mundial.

El hidrógeno verde aportará a la descarbonización del transporte, la energía eléctrica, la industria el sector residencial y las materias primas. En este último caso, algunas de ellas solo se pueden descarbonizar a partir del hidrógeno, como el amoníaco, el metanol, los combustibles sintéticos, etc. A partir del hidrógeno se pueden producir diversas materias primas y químicos, lo que se conoces como Power to X (o pasar de energía eléctrica a hidrógeno y a otros usos). Seguramente el amoníaco cumplirá varios fines en la transición energética, como la producción de fertilizantes y otros productos. Se perfila para ser uno de las principales formas de transporte del hidrógeno para el negocio de exportación e importación entre países. Además, se espera que sea una de las principales alternativas para sustituir los combustibles fósiles en los barcos.