Se trata de hogares que regularizaron su situación; el 79% no vuelve a la informalidad
UTE realizó 5.291 nuevas conexiones en barrios de contexto vulnerable durante 2017 en todo el país. Se trata de hogares que generalmente estaban conectados al servicio de energía eléctrica de forma irregular y que ahora acceden al suministro en condiciones similares a las del resto de los clientes.
Del total de conexiones habilitadas, 1.388 corresponden a Montevideo y 3.903 al interior del país. El número de regularizaciones superó ampliamente la meta prevista para el año, que era de 4.550. Para este 2018, el ente prevé llegar a 6.000 nuevas conexiones.
Junto con la conexión, UTE implementa para estos hogares una batería de políticas comerciales que ha tenido como resultado que, desde 2013, el 79% de ellos se mantiene dentro del sistema formal y no vuelve a la irregularidad. El proceso se acompaña de la realización de charlas de información previas a la conexión, relevamiento y diagnóstico, además de la entrega de lámparas de bajo consumo y el acompañamiento permanente a los vecinos para facilitar su adaptación a la nueva realidad, que supone derechos y obligaciones.
Ese porcentaje de 79% de clientes que mantiene un comportamiento de pago, varía entre 75 y 89% según la zona. El 66% está al día con su factura y el resto registra algún atraso pero se mantiene dentro del sistema.
Durante 2017 se trabajó en 86 barrios en todo el país, de los cuales 59 quedaron regularizados, lo que significa el 68% del total. El costo de estas regularizaciones ascendió a $ 160 millones (unos 5,5 millones de dólares). Esta cifra incluye montaje, materiales y aportes al BPS. No comprende gastos asociados a instalaciones interiores.
El promedio de consumo en estos hogares es de 200 kWh mensuales, con un importe promedial en su factura de aproximadamente $ 1.000. En la mayoría de las zonas esta cifra incluye Tasa de Alumbrado Público, que se cobra en todos los departamentos excepto Montevideo, Maldonado y Lavalleja y representa, en ese importe, un 30% del total.
Para 2018, en el marco de su Proyecto de Inclusión Social, UTE incorporó una “matriz de selección de barrios”, que es una herramienta metodológica diseñada por técnicos de la empresa que permitirá una más eficiente priorización de las zonas y población a intervenir.