Una investigación administrativa comprobó que hubo seguimientos ilegales a trabajadores y trabajadoras entre 1987 y 1993
UTE presentó ante el Parlamento y la justicia penal los resultados de una investigación administrativa que comprobó que durante los años 1987 y 1993 se realizaron tareas de espionaje y seguimiento sobre funcionarios y funcionarias del ente, con motivo de sus actividades políticas y sindicales.
La investigación constató que personas que pertenecían a UTE pasaban información sobre actividades y filiación ideológica de funcionarios, a personas ajenas a la empresa. También surgió que probablemente quienes realizaban esa tarea de espionaje recibían un pago por ella. Los trabajadores y trabajadoras objeto de la pesquisa eran de distinta filiación ideológica, política y/o sindical, y de diferentes rangos.
La investigación no comprobó que de este mecanismo de espionaje formara parte alguna persona actualmente vinculada a UTE, por lo que no se adoptó ninguna resolución administrativa al respecto.
Lo que sí el Directorio dispuso, por R 18-716, fue pasar los antecedentes a la Fiscalía Especializada en Derechos Humanos. La documentación también fue presentada por el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, a la comisión parlamentaria que estudia el caso de espionaje a partir del hallazgo, en 2015, de archivos de Inteligencia Militar que daban cuenta de estas actividades.
Según lo que resulta de miles de documentos encontrados en la casa de un ex oficial de Inteligencia, en los años mencionados se realizó este tipo de seguimiento sobre personas y organizaciones, tanto políticas como sindicales.
Imagen espionaje
Imagen espionaje